jueves, 26 de enero de 2017

El mundo necesita mediación


El mundo necesita mediación!

Todos los días recibimos noticias sobre homicidios, malos tratos, violencia de género, violencia de género, abusos sexuales a adultos y a menores.

Y la pregunta es hay más violencia ahora que antes, entiendo que ahora somos más violentos y nos estamos acostumbrando a convivir con esa violencia que ya nos nos paramos a pensar en que nos algo normal ni debe de ser algo cotidiano.

Estamos en un momento dónde debemos de poner el foco de atención en la prevención, aquí la mediación tiene mucho trabajo por delante.

Los niños son violentos porque sus padres son violentos, porque lo son sus profesores, porque los son sus compañeros, porque la sociedad lo es. Qué se puede esperar de ellos, que sigan siendo violentos. Qué se puede esperar de la sociedad del futuro, que sea cada vez más violenta.

Cómo podemos parar la escalada de violencia, sólo aprendiendo a desaprender y volviendo a aprender habilidades sociales, técnicas de comunicación, expresión de emociones, resolución de conflictos, aprender a quererse a uno mismo y educación en valores.

Necesitamos hacer un gran giro de 360º y este cambio debe de pasar por cada uno de nosotros, si nuestros niños son violentos y trabajamos con ellos desde la escuela para dotarles de herramientas de autocontrol, llegan a casa y sus padres reaccionan violentamente con ellos o perciben esa violencia a la hora de hablar de los otros, nuestro entrenamiento es en vano.

Son muchos los cambios que debemos de realizar, entender la necesidad de expresar nuestras emociones de forma controlada, la violencia genera violencia, mejorar la comunicación, las nuevas tecnologías están en algunas ocasiones generando más y más aislamiento, o dificultades de entendimiento.

Debemos de cambiar nuestro lenguaje, siempre negativo, despectivo y hostil.

Debemos aprender y aceptar la diversidad, como forma de enriquecimiento.

Debemos tener tolerancia cero contra cualquier manifestación de manipulación, chantaje emocional o algún tipo de violencia, hacia nuestra persona y hacia los demás.

Debemos de entender que nos somos seres violentos y necesitamos cambiar nuestros valores competitivos e individualistas por el altruismo y la cooperación.

Tenemos mucho, mucho camino por recorrer y no es cuestión de legislar más, no es una cuestión política, es una cuestión de humanidad, no es una cuestión de herramientas, es una cuestión de cambio cultural.

Cuando mis alumnos me preguntan por qué no funciona la mediación, siempre les doy la misma respuesta:
"vivimos en la cultura del litigio".

El mundo necesita más mediación para cambiar su cultura!

jueves, 12 de enero de 2017

Yo sin ti me muero!


¡Cuántas veces escuchamos esta expresión: "yo sin ti me muero"!

Querer a otro comienza para quererse a uno mismo, la falta de autoestima, la creencia que nuestra felicidad reside en los otros, nos aleja cada vez más de la realidad.

Quizás resida en una cuestión de género, ya en la Biblia se dice que Eva nació de la costilla de Adán, dando a entender que la mujer está incompleta sin el hombre, de ahí la necesidad de dependencia.

Cuando eres adolescente la vida gira alrededor del noviazgo, cuando tienes novio gira entonces entorno al matrimonio o a la formalización de la pareja, cuando tienes pareja se espera el nacimiento del primer hijo y cuando tienes el primero, te preguntan cuándo la parejita.

Así nuestra cultura marca cada una de las etapas de nuestra vida.

Hace no mucho tiempo la palabra "solterona" era un término despectivo para hacer mención a la persona que no tenía pareja, porque hemos aprendido que debemos siempre estar en pareja.

Entonces nos volvemos dependientes emocionalmente de los otros y eso explica nuestro sentimiento de impotencia al sentirnos solos.

Lejos de lo cultural y sin ser cuestión de género el amor es dependiente cuando la autoestima es baja "quién me querrá a mí", "no seré capaz de encontrar a nadie más", "no puedo estar solo".

El refranero español ya decía "quien bien te quiere te hará llorar", "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer" y nos lo tomamos al pie de la letra.

Le tememos a la soledad, porque no hemos aprendido a estar solos, no sabemos darnos el único cariño necesario para nuestras vidas, el nuestro.

Estar en pareja es querer compartir nuestra vida con los demás, no es depender de ellos, nuestra vida depende únicamente de nosotros, decidimos cómo somos y qué es lo que queremos hacer. Y no cambiamos por nadie ni los demás cambian, debemos aceptar cómo somos y cómo son los demás y ser únicos.

El amor no se compra se comparte, no duele despierta ilusiones, no es dependiente es compartido.

Debemos aprender a vivir con nosotros mismos, a valorar todas y cada una de las cosas que hacen, a amar lo que somos y lo que podremos ser, a compartir nuestros sueños sin renunciar a ellos por los demás.

Sin nuestro cariño no existe una buena relación de pareja, vamos a la deriva, perdemos nuestros objetivos y dejamos de saber quienes somos.

¡Es posible tener una buena relación sin renunciar a ti!

Muchos conflictos de pareja vienen derivados por la frustración de cada uno por intentar ser otro o dejar de ser uno mismo.

El amor nos hace libres, ¡vuela!