viernes, 26 de diciembre de 2014

Lo que nos han contado


Lo que nos han contado...

Todos nosotros tenemos en nuestra memoria algún cuento, película o dibujo animado de nuestra infancia, que recordamos con mucho cariño, pues ha formado parte de una época muy importante de nuestra vida, tan importante que se queda en nuestro recuerdo.

Pero lejos de nuestros sueños y fantasías de la niñez, algunas historias se han convertido con el paso del tiempo, en una historia muy diferente de contar. 

De pequeños nos contaron que éramos princesas y que para que llegase el beso de amor verdadero debíamos de sufrir, trabajar y esperar que el destino hiciese que un día apareciese nuestros príncipe azul.

Y es entonces, sólo entonces cuando vivíamos felices y comíamos perdices, ¿pero alguien nos contó qué pasaba desde el beso hasta comer perdices?, cuando nuestra mente no tiene respuesta alguna, se la inventa y creamos un mundo perfecto, ideal. Pero la realidad de la convivencia del día a día, dista mucho de ser perfecta, ya que ni somos princesas ni los príncipes son tales, somos personas con virtudes y defectos, haciendo frente a los distintos retos que nos pone la vida por delante.

El destino, el amor romántico y el sufrimiento asociado, ha llevado y lleva a algunas mujeres a creer: "que por amor todo vale", porque todo cuento o película tiene un final feliz.

Las imágenes en las películas o dibujos de Navidad, con esas maravillosas mesas y con toda la familia reunida en los días más felices del año, han hecho crear una irrealidad entorno a la "familia ideal" y "La Navidad ideal", que cuando no se cumplen las expectativas, el mejor árbol, el mejor pavo, el mejor regalo o la mejor familia, las cosas no son como las habíamos imaginado, ya no es Navidad.

Creer en príncipes o princesas o en Navidades perfectas, de cuento de hadas, genera malestar y conflicto entre las parejas y familias, desvirtuando el verdadero mensaje de estos cuentos o películas, así como de los valores que han transmitido o transmiten.

Aceptar a los otros, responsabilizarse de nuestros conflictos y vivir el presente, son algunos de los temas que debemos abordar a través de la mediación, para lograr ese final feliz.








martes, 2 de diciembre de 2014

El lenguaje de la Mediación

Cuando uno para y piensa qué es lo que puede no estar acompañando a la difusión de la mediación, te das cuenta que lo que no acompaña es el uso del lenguaje.

El lenguaje es el instrumento a través del cual nos comunicamos con los otros y es ésta comunicación la que facilita la relación con ellos. Por eso, con ayuda del lenguaje se consigue la socialización, es nuestra forma de poder expresar mejor nuestras emociones.

Pero el lenguaje es algo más, ya que es también nuestra forma de expresar nuestras ideas, basadas en una serie de creencias. Son creencias sobre cómo soy yo, cómo son los demás y cómo yo me relaciono con los otros.

Pero también tenemos creencias derivadas por la influencia del  contexto en el que vivimos, basadas en estereotipos, en lo que piensan los demás, en los líderes, en las personas que aparecen en los medios de comunicación.

Y todas y cada una de nuestras creencias personales se transmiten a través del uso del lenguaje.

¿Es por tanto nuestro lenguaje actual, un lenguaje que favorece el diálogo?

Lejos de ello, nos damos cuenta cómo hacemos uso del lenguaje asociado a la violencia, la cantidad de adjetivos despectivos, comparaciones o metáforas cargadas de ironías y sarcasmos, palabras mal sonantes y humillantes, como dardos lanzados con la única finalidad de darle a la diana. Si valorar las posibles consecuencias de ese uso del lenguaje.

En determinados contextos, está hasta legitimado utilizar un lenguaje violento, en el ámbito deportivo, como si la motivación de un atleta dependiese de ese lenguaje, o en el coche, dónde uno surge una especie de transformación  que te permite poder decir todo lo que en otros ámbitos no podríamos. Y estos son sólo algunos ejemplos.

¡No podemos seguir utilizando el lenguaje y justiciar la violencia!

Por eso la mediación, es el A B C del lenguaje, aquel proceso que facilita el buen entendimiento, el buen hacer, a través de un discurso no hiriente, un discurso emocional que lleve hacia lo positivo.

Hay que cambiar el lenguaje de la violencia, debemos ir pues de nuevo a las escuelas, dónde se nos recuerde la importancia del buen uso del mismo. Eduquemos en el lenguaje de la paz.




jueves, 13 de noviembre de 2014

El Mediador

Mucho se ha escrito sobre el perfil del mediador y mucho se explica desde los múltiples cursos formativos al respecto.

Cuando yo les explico a mis alumnos quién es el mediador y qué funciones desempeña, les comento que el mediador es aquella persona que es un buen oyente, asertivo, con facilidad de palabra, empático, paciente, honesto, con sentido del humor, creativo, inteligente, íntegro, con capacidad de resolución de conflictos, entre otras muchas cosas. Cuando les explico esto, se ríen.

¿Quién reúne todas y cada una de las cualidades del mediador?

Si bien es complejo reunirlas todas, ya que estaríamos rozando la perfección, cosa que no existe, sí es necesario cumplir algunos de estos requisitos. Esto es lo que diferencia al mediador vocacional del mediador temporal.

El primer requisito es ser íntegro. ¿Cómo podemos hablar de mediación sin valores morales?, si como mediadores no somos ejemplo de personas dialogantes, cooperativas, participativas, que nos alegramos por los éxitos de los otros, ¿cómo podemos defender el proceso de mediación?

El segundo requisito es la humildad. Yo me siento eternamente agradecida a mis maestros, a todos y cada uno de ellos, que me han hecho entender y amar  más a esta profesión. Por lo que me siento muy triste cuando en algún Congreso o Jornada con un público mayoritariamente de estudiantes, futuros mediadores, se habla mal de aquellos mediadores que fueron pioneros.

Como lo fueron probablemente cometerían errores, por supuesto, pero quién en sus orígenes no lo ha hecho. Pero nos han marcado un camino, nos han abierto las puertas a nuevas inquietudes y al desarrollo de la mediación en el ámbito profesional.

Se tiende a criticar aquello que no se conoce, vivimos en la sociedad del conocimiento y de las nuevas tecnologías, hagamos uso de las mismas antes de decir cosas que hagan daño a una profesión que como decía Machado "caminante no hay camino se hace camino al andar".

El tercer requisito la empatía que pasa por la aceptación incondicional de los otros por ser seres humanos.

La asertividad, para saber qué decir en el mejor momento y de la forma más adecuada.

La creatividad y el sentido del humor, para ayudarnos a nosotros mismos a descubrir que dos y dos no son cuatro.

Y por último la pasión, sólo se puede ser mediador con pasión o con pasión.


domingo, 12 de octubre de 2014

El concepto de mediación

Para cualquier disciplina, lo más difícil es su conceptualización y su definición y aún más difícil si se alejan de las disciplinas científicas.

En ocasiones la forma más sencilla de definir es decir lo que no es.

Después de volver del Congreso de Mediación de Génova, me doy cuenta de que a pesar del paso del tiempo, muchos de nosotros seguimos sin saber definir qué es mediación, ya que la mayoría de las comunicaciones se alejaban de su esencia, volviendo a surgir el debate entre profesionales de diversas disciplinas.

Mediar no es hacer terapia, el terapeuta cuida de la salud mental de sus clientes y de sí mismo, su papel es más complejo y fácil al mismo tiempo, puede orientar e intervenir, dice qué puede o que debe hacer la persona para mejorar.

El proceso de mediación puede tener un componente pedagógico y terapéutico, pero no es psicoterapia, el objeto de la mediación no es el estudio científico del comportamiento humano.


Mediar no es juzgar, no es arbitrar, ni aconsejar, el mediador no tiene poder frente a las partes.

El mediador no ejerce pues como terapeuta, como abogado, como juez, como árbitro o como consultor.

¿De dónde viene entonces el error conceptual?.

Cada vez más, muchos de nosotros pensamos que el mediador interviene, quizás esto da lugar al error actual y a la dificultad de su definición.

Cuando hablamos de intervenir no hablamos de fomentar el cambio de forma activa y participativa, dando la solución a las partes, dejándolas al arbitrio del mediador.

Hablamos del cambio que se realiza en las partes después del proceso de mediación, donde se ha creado un antes y un después en la forma de resolver los problemas, en este sentido podemos decir que intervenimos.

Espero que mi reflexión contribuya a clarificar lo que parece que de nuevo vuelve a ser motivo de conflicto, ¡qué es mediación!.



viernes, 5 de septiembre de 2014

El origen del mediador



¡Dime con quién andas y te diré quien eres!.

Nos guste o no, nos debemos a nuestros orígenes, de la misma manera que ya nuestros antepasados tenían conflictos y se las ingeniaban para su solución, de dónde venimos define quienes somos.

Pensemos en la educación que hemos recibido, en los valores, en la forma de gestionar nuestros conflictos con los hermanos, en  cómo nuestros padres nos ayudaban, en los mensajes que nos enviaban todas las personas más importantes de nuestra infancia.

Pensemos en nuestros profesores, en aquellos que se han quedado en nuestra memoria porque de alguna forma supieron empatizar con nosotros y en ellos encontramos una guía.

Y en la elección de nuestros estudios, ¿habrá sido casualidad que yo sea Psicóloga, cuestión del destino?, evidentemente que no, cómo tampoco lo fue la elección de cada una de las materias y ramas, que me han ido encaminando hacia la mediación.

Para terminar trabajando en aquello que va directamente relacionado con lo que sabemos hacer y que vamos a unir como por arte de magia con la mediación.

La antropología, necesaria para conocer cómo surgen los conflictos, la sociología con su conocimiento sobre cómo afectan los mismos a la economía, el derecho con la legislación necesaria para conocer y aceptar las normas que como seres que vivimos en una sociedad debemos aceptar.

Quizás por ello, me siento cerca de lo que opinan los sociólogos y me aproximo mediante la familia o la escuela o  a los criminólogos cuando hablamos de menores, a los economistas en las empresas y otras muchas profesiones, pero al final volvemos a los orígenes, soy una mediadora que se originó en los Servicios Sociales y se nota en mi trabajo.

¿Y tú de dónde vienes?

lunes, 28 de julio de 2014

Presente, pasado y futuro de la Mediación

Son dieciseis años viendo cómo crece nuestra profesión.
Al principio éramos muy pocos los que conocíamos este tema, pero ya compartíamos nuestra pasión, sabíamos que estábamos ante algo más que una mera actividad profesional.
Aprendíamos los unos de los otros, compartiendo experiencias a través de seminarios, jornadas, congresos y leyendo las pocas publicaciones de las que podíamos disfrutar, leer y volver a leer.
Y nuestra pasión fue a más, ya que empezamos a observar todos los ámbitos a los que podíamos llegar, fueron épocas de creer y crear, de mucho caminar, de conversaciones con la administración pública y con empresas privadas. Algunas apoyaron nuestros fines, los entendieron y los compartieron, otras decidieron que la mediación no era más que una utopía.
El tiempo nos ha dado la razón, somos muchos los que creemos en esta profesión, los que la amamos, los que observamos infinitas posibilidades de trabajo.
Actualmente podríamos decir que vivimos el esplendor de la mediación, formación, información, conocimiento compartirdo, el augue de las publicaciones, que embellecen aún más nuestra actividad profesional.


El mediador se convierte hoy en día en una figura absolutamente necesaria, si nos damos cuenta que estamos viviendo un cambio de paradigma.
Los modelos más competitivos han sido los que hasta nuestros días más han prosperado permitiendo la supervivencia de empresas, organizaciones, entidades.
Pero lo que era bueno para ayer para hoy resulta insuficiente, es necerario como decía Albert Eisntein,utilizar otro tipo de pensamiento, que propicie nuevas creencias que nos ayuden a generar nuevas fórmulas de solución de problemas.
Estamos ante la era de la Inteligencia Emocional, de la Cooperación, de uan búsqueda en la que yo gano y tú también, dónde la unión hace la fuerza, dónde resaltamos el talento de cada uno y en la que necesariamente la mediación tiene y va a tener cada vez mayor protagonismo en nuestras vidas, en nuestro hacer cotidiano.

sábado, 26 de abril de 2014

EL SUEÑO DE ELENA

Os comentaré cuáles fueron mis inicios:

mi primer contacto con la mediación fue a través de un artículo de Iñaki Bolaños en la Revista del Colegio Oficial de Psicólogos, cuando me presente al SEAFI, me preguntaron si conocía la mediación, yo entonces recité casi literal lo que había leído en aquel artículo y ésto me valió para entrar en el Ayuntamiento.

Así allí estábamos las dos, mi compañera trabajadora social y yo, sin tener ni idea de mediación, siendo la primera vez que realizábamos co-mediaciones. Por lo que no tuve más remedio que ir leyendo todos los libros que caían en mis manos sobre mediación, conflicto o cualquier otra cosa que nos ayudara en semejante hazaña. Lo cierto es que esta forma tan diferente a la Psicología, me cautivó y llegué a pensar en que los mediadores son adictos a la mediación, ya que una vez uno conocía sus encantos ya no podía salir de los mismos.

Y fue así, por ensayo y error, más por error que por ensayo que comenzó mi aventura. Fueron años de mucho estusiasmo, de conocer a unos y a otros, de asistir a Congresos, Jornadas, primero como escuchante y después cómo participante, fueron años de formación, de conocimiento, de saber compartido, de escribir y publicar., de ampliar la red de mediadores, de formar parte de organizaciones. Años de soñar con mediación. Y tanto soñé que un día empecé a creer que "si puedes soñarlo puedes hacerlo", formamos parte de dos asociaciones una de ámbito local y otra nacional, empezamos a formar parte de asociaciones internacionales y a compartir experiencias con el otro lado del charco y fue creciendo mi interés por la mediación. Por cada curso o máster crecía mi pasión y fue entonces cuando supe que no había vuelta atrás y dejé de ser un profesional de la Psicología y me convertí en alguien extraño con un curriculum diferente y dividido en dos, dos profesionales, dos uniformes, dos perspectivas diferentes de entender la familia, la escuela, los menores, la empresa. Pero como lo uno va ligado a lo otro, más mi forma de ser, decidí que no me gustaba el mundo en el que vivía y que si cada uno de nosotros ponía su granito de arena y se comprometía a pensar cómo cambiar las cosas, conseguiríamos grandes cambios. 

Y seguí adelante, hasta que nació Javier y de nuevo me asaltó mi sueño, hay muchas cosas que hay que cambiar y empecé a creerme mi propia teoría de la mediación, ya que había pasado de ser una técnica, una herramienta a algo mucho más poderoso, una filosofía de vida, una forma de vida, porque no se puede ser mediador, si uno no se siente mediador. Así que soñé, que si nuestra cultura es la cultura del litigio, de la denuncia y de la ausencia del perdón, había que comenzar un peregrinaje hacia la introducción de la mediación como cultura.

¿Por dónde empezar?, la respuesta era clara, por abajo, desde el colegio, así que me fuía a un colegio y convencí al director de mi propia teoría y así pusimos en marcha hasta cinco generaciones diferentes de papás mediadores. ¿Por qué por la familia?, porque era claro que si comenzábamos por los niños, pero no había apoyo por parte de la familia, el trabajo del colegio no era sufiente. Y ahora seguimos formando padres...pero también alumnos, hemos empezado por la ESO, pero tenemos que comenzar desde infantil, para que la lluvia de la mediación sea algo fresco, suave, pero que vaya poco a poco calando.

Nuestros niños de hoy serán los ciudadanos del mañana, por eso todo lo que trabajemos hay es poco comparado con los frutos que puede dar mañana. Tal vez no puedan mis ojos observar tan gran cambio a largo plazo, pero en mi sueño, me conformaría con pequeños pasitos hacia adelante.

Pero también sueño con la empresa, con los trabajadores, por eso pienso que la mediación aquí es también necesaria.

Familia, escuela, empresa, ¡qué gran sueño, por favor no despertarme que quiero seguir soñando!


jueves, 10 de abril de 2014

I CONGRESO NACIONAL DE MEDIACIÓN EMPRESARIAL

I Congreso Nacional de Mediación Empresarial
Valencia, 11 y 12 de Marzo del 2005

Este fue el programa que presentamos:
Cuadro de texto: Viernes 11 de Marzo
9:00  Acreditaciones
Inauguración:
 
Molt Honorable President de la Genelatitat Valenciana Don Francisco Camps Ortiz. (Por confirmar).
Excelentísmo Sr. Presidente de Diputación Provincial de Valencia, Don Fernando Giner Giner. (Por confirmar).
Excelentísima Alcaldesa de Valencia Sra. Doña Rita Barberá Nolla.
 
10:00 1ª Ponencia: “El mundo empresarial: cultura organizacional”.
Don José María Peiró Silla. Catedrático de Psicología Social y de las Organizaciones de la Universidad de Valencia y Director del Departamento de Psicobiología y Psicología Social de la Universitat de Valencia. Valencia.
Preguntas
 
11:15 PAUSA - CAFÉ
 
12:00 2ª Ponencia “El conflicto en el mundo empresarial: tipología del conflicto”.
Don Eduard Vinyamata. Doctor en ciencias sociales y conflictólogo. Profesor y director del Master Internacional de Conflictología (MIC) de la Universitat Oberta de Catalunya, la universidad virtual. Delegado del rector de la UOC para el "Campus for Peace", fundador y ex-director del Centro de Investigaciones e intervención en Resolución de Conflictos "Pau i Treva", Universidad Ramon Llull; autor de diversos libros de conflictología. Barcelona.
Preguntas
 
13:30  Mesa redonda: “Mediación, arbitraje y negociación”
Moderador:
Antonio Blasco. Licenciado en Derecho, procurador de los Tribunales y mediador. ADIMER.
Doña Manso Diaz-Laviada. Arbitro de la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Valencia.
Don Miguel Angel Bustillo. Dtor. Financiero de ACAM, Asociación Comunitaria de Arbitraje y Mediación. Madrid.
Don Jesús Romero Morata. Acción Sindical C.C.O.O.. Valencia.
Debate
 
14:00   ALMUERZO
 
15.30 a 16:00  COMUNICACIONES
 
16:00  3ª Ponencia: "Cultura de paz en la empresa"
Don Sergi Farré Salvà. Mediador y conflictólogo. Profesor e Investigador, Másters de RC de las Universidades de Barcelona, Ramon LLull, Universitat Oberta de Catalunya y Universidad de Cantabria. Master of Arts en Resolución de conflictos y comunicación intercutlural, Máster en Gestión y Resolución de Conflictos: Mediación, por la Universidad de Barcelona y Doctorando en Estudios de Paz por la American University, Washington, DC. Barcelona.
Preguntas
 
                
17:15  4ª Ponencia: ”Mediación en conflictos comerciales”
Don Daniel Bustelo. Abogado y mediador. Presidente AIEEF.Madrid.
Preguntas
    
18:30 PAUSA - CAFÉ
 
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19:00  Mesas Redonda: “Experiencias en mediación empresarial”
Moderadora:
Doña Gemma Pons García, abogada-negociación extrajudicial. Valencia.
Don Ferran Camps. Politólogo, experto en mediación. Director técnico de Grec Resolució de Conflictes. Docente Universidad de les Heures. Barcelona.
Don Lorenzo Prats. Mediador. Profesor de Derecho Civil. Universidad de Valencia.
Doña Glòria Novel i Martí. Politóloga, enfermera psiquiátrica y mediadora. Master en Resolución de Conflictos: Mediación de Les Heures, Fundación Bosch i Gimpera- Universidad de Barcelona. Profesora titular de la escuela de enfermería de la Universidad de Barcelona.
Debate
 

Cuadro de texto: Sábado 12 de Marzo
 
9:00  Mesa redonda “La mediación en la empresa familiar”
Don Saturnino Montalbo. Director General de Halcon Cerámicas. Alcora.
Don Mario Mariner. Presidente de Instituto Valenciano para el Estudio de la Empresa Familiar (Ivefa).
Don Vicente Simó Santonja. Presidente de la Corte Arbitral de la Cámara de Comercio de Valencia. Valencia.
Debate
 
10:30  COMUNICACIONES
 
11:15 PAUSA - CAFÉ
 
12:15  5ª Ponencia: “Conflictos Laborales”
Don Josep Redorta. Abogado-Mediador, Doctor en Psicología Social experto en gestión de conflictos. Barcelona.
Debate
 
13:30 Presentación de conclusiones
 
14:00  CLAUSURA
Director General Consorcio Valencia 2007 (por confirmar)
Ilmo. Sr. D. Ramón Ceballos Sancho. Director General de Trabajo y Seguridad Laboral. Conselleria de Economia, Hacienda y Empleo. Generalitat Valenciana.
Excmo. Sr. D. Manuel Alberto Chover Lara. Presidente del Excmo. Colegio Oficial de Graduados Sociales de Valencia.
Entrega de DIPLOMAS
 

La Asociación Comunitaria de Arbitraje y Mediación (ACAM) analizará en el Primer Congreso Nacional de Mediación Empresarial, que se celebra en Valencia los próximos 11 y 12 de marzo, los vínculos entre el arbitraje y la mediación.
PANORAMA-ACTUAL – Lunes 21 de febrero de 2005 a las 19:47 h.
Según fuentes de ACAM, el congreso está organizado por la asociación ADIMER y su objetivo es “convertirse en un referente anual” donde se analicen los logros y avances que se vayan sucediendo en la mediación y el arbitraje como actividad empresarial. 
 

http://www.adimer.org/prensacongreso.jpg 

La conclusión de este Congreso fue que nos adelantamos en el tiempo, plantear la mediación empresarial,  cuando todavía no se conocía la mediación en general y se comenzaba a trabajar la mediación familiar, fue toda una osadía.
Todo proyecto pionero, tiene sus ventajas y desventajas, como desventajas diré, que invertimos mucho en sacar adelante este Congreso y sólo asistieron 50 participantes. Como ventaja diré que no sólo los ponentes demostraron que eran los mejores, sino nuestra mayor sorpresa fue la calidad de los asistentes, periodistas, catedráticos de Universidad, empresarios, sindicalistas, graduados sociales, abogados, técnicos de urbanismo, mediadores del Consulat del Mar.
De nuevo esa multidisciplinariedad que caracteriza a la mediación y que le aporta su propia esencia, la capacidad de ver más allá de lo que ven tus ojos.
Disfrutamos cada minuto y cada segundo del Congreso, comimos juntos, salimos a cenar y compartimos una estupenda paella, con los pocos recursos económicos de los que disponíamos, si el Congreso salió adelante, fue por nuestra pasión y nuestro deseo de que saliese adelante, la unión hace la fuerza.
Y de ese Congreso, salieron no sólo contactos profesionales, sino también amistades, que hoy perduran y que a pesar del paso del tiempo, aún te dicen aquello de "recuerdo esa fantástica paella de verduras que comimos en Valencia" 

jueves, 27 de marzo de 2014

Las caras de la mediación




Aquí estoy en Traiguera Provincia de Castellón en el 2004, hablando de mediación familiar, encuentro e mediación entre diferentes profesionales con el fin de hablar de los menores.
 

En Mayo del 2003 ya se hablaba de mediación con menores, mediación en el tercer sector, mediación y administración, hablamos en Barcelona en el III Encuentro de Expertos en Mediación de ADCMA de “La Ley de Mediación Familiar en la Comunidad Valenciana” y en Valencia en el 2004 sobre “La mediación social desde el ámbito autonómico”.




Son muchas las caras de la mediación y los ámbitos de la misma, con el mismo objetivo pero con unos interlocutores diferentes, familia, comunidad, menores, administración.


Primeros comienzos de la mediación, asentando las bases de la que hoy en día partimos, los primeros libros de mediación y los primeros artículos.

Hoy en dicha se escucha hablar de la mediación como algo novedoso, pero ya tenemos una historia a seguir en diferentes ciudades de nuestro país, unos protagonistas que se interesaron por estudiar la mediación y todas sus posibilidades, fueron años de mucho trabajo, esfuerzo e ilusión con un gran legado para seguir apasionándonos, con la misma ilusión del primer día.

jueves, 13 de marzo de 2014

¿Reconoceis estas caras?


Congreso sin lugar a dudas sin precedentes, más de 400 personas reunidas en el Hotel Meliá las Palmas interesadas por todos y cada uno de los ámbitos de la mediación.
Quizá lo más innovador del mismo, fue el crear diferentes espacios y diferentes debates.
Dónde cada uno de nosotros manifestábamos nuestro interés e ilusión por un área, saliendo del mismo con ilusiones renovadas.
Fue el primer Congreso en el que realice una comunicación, ocho minutos para hablar de mediación comunitaria con menores.
Recuerdo que cuando llegué me preguntaron  si tenía el power point, ¡no había hecho ninguno!, tuve que buscar el ordenador del hotel y la noche anterior diseñar lo que sería mi presentación, que nadie supo que fue totalmente improvisada.


 

 En nuestro afán de conocer la mediación y a los mediadores, comenzó a salir entonces la vena colaborativa y tras invitaciones para la cena, recibimos una muy especial, una invitación para comer en casa de uno de los organizadores del Congreso.

A la mesa Josep Redorta, Jasone Mondragón, Javier Domínguez, Jordi Pérez y nuestros familiares.


Comida  de gala en Maspalomas, hablando sin duda de nuestra pasión en común, de la gastronomía de la zona y del Carnaval de Maspalomas.

Tras visitar una vivienda donde curaban los quesos típicos de la zona, nos invitaron al carnaval, uno de los más antiguos de la isla, con la alegría y el desparpajo que les caracteriza, ¡grandes momentos innolvidables!, creando una vez más grandes lazos de amistad, que hoy aún perduran.

Magnífico congreso dónde guardo estos hermosos recuerdos y un magnífico libro, que sirvió de recopilatorio de todas y cada una de las ponencias, que se realizaron.
Fueron cinco intensos días en la isla, intentando aprovechar al máximo el conocimiento, el networking y el turismo.

Al escribir queda una cierta nostalgia, por aquellos Congresos desafiantes en el espacio y en el tiempo, dónde la crisis aún no se conocía.

La mediación no entiende de crisis, de distancia o de tiempo, pues el que creyó en su día que podía ser mediador, continúa siéndolo hoy.

Aquí os dejo mi comunicación de ocho minutos exactamente.

MEDIACIÓN COMUNITARIA CON MENORES


Introducción:

Los problemas de relación entre los jóvenes y sus familias, los problemas de comunicación y de violencia en los centros educativos, y por último los problemas de convivencia en las calles, barrios o municipios, retratan la realidad social en la que vivimos actualmente.

La Justicia de Menores no puede dar solución a cada uno de los conflictos que surgen y en demasiadas ocasiones, se muestra desbordada ante el gran número de demandas.

La Mediación Penal con menores es una alternativa positiva para responder ante estos conflictos.

Pero, es necesario, actuar en materia de prevención y desde el ámbito comunitario, debido a que los menores de 12 a 14 años, no reciben ningún tipo de intervención, pues la Ley Orgánica 5/2000, de 12 de Enero, reguladora de la responsabilidad penal, no los contempla.

De igual manera, la actuación con menores a través del diseño de programas de mediación comunitaria, evitaría en algunos casos, la respuesta violenta o la realización de faltas por parte de los mismos.

Los programas de mediación comunitaria favorecerán un mayor diálogo social y participación de los jóvenes en la comunidad en la que viven.

La Mediación Comunitaria con menores:

A finales de los años 70 se afianza lo que hoy en día se ha denominado Psicología de la Intervención Social.

La Constitución española de 1978 supone un cambio a nivel político y a nivel social, y contribuye a que desde disciplinas diferentes se busquen métodos para adaptarse al momento social y cultural que se está viviendo.

La Constitución en el artículo 1º apartado 1 dice “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.”

La sociedad es ahora más democrática y participativa, los ciudadanos tienen derechos y deberes, pueden decidir, votar, manifestarse, expresar su opinión.

Del mismo modo que los poderes públicos aseguran una serie de principios que mejoran el bienestar social.

La Psicología de la Intervención Social junto con otras disciplinas de diferentes campos profesionales intenta dar soluciones a problemas que afectan a las personas y a los grupos en una búsqueda de mejora de la calidad de vida.

Importantes son las aportaciones, pero encontramos la necesidad de tener más recursos para afrontar los cambios a los que se ve sometida la sociedad.

La mediación puede ser uno de esos recursos.
La Mediación es un proceso de cambio y favorece la comunicación. La Mediación Social facilita el diálogo entre los ciudadanos y la administración, el Municipio demanda mayor participación, cooperación y civismo desde el punto de vista democrático. La Mediación como proceso de resolución de conflictos, nos dice que el conflicto también es positivo porque genera una transformación de las relaciones que se dan en la familia, la escuela, barrio, etc.

Todo lo anterior nos lleva a la concepción de Tonucci de Ciudad Educadora: “la ciudad es el lugar dónde se desarrolla la vida, dónde se produce y se consume, es el espacio de convivencia y de la soledad, es lugar de encuentro y de anonimato. La ciudad educadora ha de ser el entorno dónde la persona aprende de que forma ha de convivir con los demás y con uno mismo, y de esta forma se va construyendo la persona y la ciudad”.

Poco a poco, como sociedad en continuo crecimiento hemos ganado independencia, sabiduría, competitividad, pero hemos perdido en el camino algo importante, algo que sólo podemos apreciar en algunas poblaciones pequeñas, los valores, la solidaridad, el compañerismo, la comprensión y el diálogo.

La falta de valores morales nos lleva al egoísmo, al individualismo y a la violencia.

Nosotros no nacemos siendo respetuosos, tolerantes y solidarios sino que aprendemos.

En los centros educativos se actúa con violencia cuando no se encuentran otras vías para solucionar los problemas.

Los menores, en ocasiones se muestran frustrados si no consiguen lo que quieren y entran en una dinámica de agresión contra sus familiares o contra aquellas personas que no están permitiendo los deseos de los mismos.

Algunos de ellos han perdido el valor del respeto, invadiendo las aceras con sus ciclomotores, siendo intolerantes con los mayores, destrozando el mobiliario urbano, bebiendo en las calles o realizando algún tipo de ruido.

La Ley Orgánica 5/2000, de 12 de Enero, reguladora de la responsabilidad penal, no contempla ningún tipo de actuación con menores de 12 a 14 años.

La realidad nos muestra que están surgiendo muchos conflictos con jóvenes de estas edades y que es necesaria la actuación, mediante el diseño de programas de prevención de la violencia y de resolución de conflictos.

Los ayuntamientos en su afán de acercarse más a los ciudadanos y de adaptarse al cambio social pueden incorporar nuevas estrategias de intervención que contribuyan a una mayor satisfacción y mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.

Xavier Jiménez del Ayuntamiento del Prat de Llobregat explica que con las acciones cívicas y con la mediación en la comunidad se pretende la aceptación de un código de vida social, fundamentado en la interiorización de la cultura de la convivencia y el civismo, en lugar de su transgresión. Constituyendo un referente de éxito de este nuevo campo de la mediación.

Los programas son de carácter mediador porque permiten un diálogo entre el autor y la administración, o entre el autor y su comunidad.

Algunos conflictos derivan de las relaciones entre los menores y sus familias, como agredirles física y psicológicamente. Otros, surgen entre los jóvenes y los vecinos, como los derivados del ruido de los ciclomotores, estacionamientos en las aceras. Y por último, también existen problemas entre los jóvenes y la comunidad a la que pertenecen, como destrozar el mobiliario urbano, miccionar en la vía pública, ensuciar las calles.

Las situaciones comentadas anteriormente, constituyen algunos ejemplos a trabajar mediante los programas de mediación comunitaria.

En aquellos casos donde no proceda más que una amonestación o sanción económica sin derivar a Fiscalía, los proyectos de mediación irán dirigidos a sustituir las sanciones económicas por medidas educativas, como una alternativa diferente de resolución de problemas, que implique una cambio de comportamiento hacia los ciudadanos y la administración.

Del mismo modo, los jóvenes asistirán a talleres de mediación o de resolución de conflictos.

Los objetivos generales de los programas van dirigidos a:

- facilitar el diálogo entre los jóvenes y la administración

- educar en valores morales, civismo

- crear un clima de participación activa de los jóvenes en nuestra ciudad

- considerar la educación como proceso de cambio

- generar espacios de convivencia

- generar actitudes distintas a la agresividad y la violencia

- sensibilizar a los jóvenes sobre todos los temas que afecten a su localidad

- generar cambios de actitudes en los jóvenes hacia la policía local, la administración pública, los ciudadanos de la zona.



Los objetivos específicos de los programas van dirigidos a:

- sustituir las sanciones económicas por la asistencia a un taller de resolución de conflictos y/o por una medida de reparación social

- enseñar a los jóvenes nuevas vías de solución de problemas desde el diálogo, la tolerancia y el respeto mutuo

- enseñar a las familias a utilizar la mediación para facilitar el diálogo y la transformación de las relaciones conflictivas

- disminuir el número de infracciones cometidas por los jóvenes

La metodología utilizada para la realización de los proyectos, se basará en las aportaciones socioeducativas como enseñanza de pedagogías cívicas, partiendo del principio de que la enseñanza implica cambio.

Y en el enfoque socioafectivo, que consiste en “vivenciar en la propia piel” la situación que se quiere trabajar, para así tener una experiencia en primera persona que nos haga entender y sentir lo que estamos trabajando, motivarnos a investigarlo y, en definitiva, desarrollar una actitud empática que nos lleve a cambiar nuestros valores y formas de comportarnos, que nos lleve a un compromiso personal y transformador (Cascón).

Con el fin de comprobar la eficacia de estos proyectos, será necesario la evaluación y seguimiento de los mismos.

El diseño de programas de mediación comunitaria con menores, adaptados a las necesidades de cada municipio, comunidad, grupo o familia, nos ayudará a comprender y conocer más sobre los jóvenes y a buscar nuevas vías de solución de problemas, que respondan a las necesidades de nuestra sociedad actual.

Bibliografía:

 

Baixauli, E.: “Proyecto de Mediación Comunitaria”. Ayuntamiento de Manises, 2001.

Cascón, P.: “Educar en y para el conflicto en los centros”. Artículo Cuardenos de Pedagogía, nº 287.

Jimenez, X.: “Accions cíviques i mediació a la Comunitat del Prat de Llobregat”. Mollet del Vallés, 1998.

Reina, F. y Gimeno, R.: “Las mediaciones en la comunidad. Una modalidad de acción socioeducativa”. Barcelona . Artículo Revista Educació Social, nº 8.

Reina, F.: “Las mediaciones familiares desde una perspectiva socioeducativa”. Ponencia presentada en el Congreso de Mediación Familiar de Valencia, 1999.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Organización mesa redonda: “Resolución de conflictos en las organizaciones del tercer sector”

 

Interesante debate que surgió en el año 2003 con Cuca Suárez y Ferram Camps de la Asociación Grec Resolució de Conflictes, en un intento de unir fuerzas para divulgar la cultura de la mediación y poner de manifiesto, que las asociaciones también tienen conflictos y por tanto es necesario implementar propuestas de intervención en el Tercer Sector.

Es necesario volver a nuestros orígenes a nuestros pasos, porque nos ayuda a recordar quienes somos y hacia a dónde queremos caminar, aprender de nuestros errores y seguir trabajando para mejorar nuestra profesión.
Y lo más importante nos ayuda a ser humildes, a volver a la sencillez y darnos cuenta de que esta es la mejor vía para continuar nuestro camino.

Atrás quedan grandes momentos para recordar, momentos personales y profesionales, andando siempre de la mano, lo que me recuerda que la mediación siempre va de la mano de las emociones.

Conocí a Ferram en unas Jornadas Europeas de Mediación Comunitaria en Barcelona, junto a la Fundación Peres Tarré, con Pere Joan y Sónia de Miguel, jornadas muy especiales en lo personal, pues fue estando en las mismas cuando supe que estaba esperando a mi hijo Javier, y fueron ellos los primeros en conocer la noticia, es por esto cuando te das cuenta de que los mediadores no son  mediadores sin más, sólo lo sienten unas pocas personas, aquellas que cuando hablas con ellas, se despierta en tí un sentimiento de afinidad, de complicidad y de ilusión por continuar una relación, que en este caso y a pesar de los años a un perdura.

Muchas gracias a todos los que habeis formado parte de mí vida personal y profesional, y lo seguís siendo en el día de hoy y para siempre.

lunes, 3 de marzo de 2014

Mi primera experiencia



Han pasado ya 15 años desde que comencé mi andadura como mediadora familiar en el año 1998.

Por aquel entonces el camino era difícil, únicamente podíamos acudir a algunos muy interesantes artículos publicados en España, realizados por expertos como el Profesor de la Universidad Complutense de Madrid Don Ignacio Bolaños.

Por tanto, mi experiencia como mediadora comenzó al revés, tuve que auto formarme en esta materia, para poder realizar de la mejor manera este trabajo. Mis libros de cabecera por aquel entonces eran “Fundamentos de la mediación familiar” de Haynes y “la promesa de la mediación” de Folger.

Y así comencé, sin ningún tipo de supervisión, contando con la inestimable ayuda de mi compañera, trabajadora social y co-mediadora.

Evidentemente que para ella también lo de la mediación era un misterio, así nos pusimos al volante del primer servicio público de mediación familiar de la provincia de Valencia, en el municipio de Manises.

Manises es un municipio de más de 30.000 habitantes, situado en el área metropolitana de Valencia, a unos 20 kilómetros. Es un municipio que durante muchos años ha vivido del trabajo de artesanía de la cerámica, en la actualidad son pocas las fábricas que sobreviven esta industria.

El servicio de orientación y mediación familiar se ubicaba dentro de los Servicios Sociales del municipio, formado por el tandem psicóloga-trabajadora social, cuyo objetivo era dar respuesta a los múltiples problemas planteados en las familias con serios problemas económicos, donde apenas se veían cumplidas sus necesidades más básicas y que dependían pues de las ayudas de los mismos.

Desde el principio se pensó trabajar no únicamente con familias multiproblemáticas si no también con el resto de las familias que no eran usuarias de los Servicios Sociales.

Nuestra primera labor fue de difusión y divulgación del programa, para ello llevamos a cabo charlas en los Colegios, con las Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos, Directores, tutores, profesores, psicólogos escolares; en el Centro de Salud, el trabajo fue en coordinación con las Matronas y con la Trabajadora Social del Centro de Salud.

Asociaciones de vecinos, reuniones con los departamentos de Educación y Concejalía de la Mujer, prensa y radio local.

Una vez puesto este dispositivo en marcha empezamos a trabajar en las mediaciones propiamente dichas, que no se hicieron esperar mucho.

Los primeros casos que tratamos eran conflictos entre padres e hijos utilizando el modelo de mediación transformativa.

Los primeros problemas empezaron a comenzar, no sólo era difícil utilizar las herramientas de la mediación, también la co-mediación, ya que en ocasiones el trabajo realizado por una de nosotras era derribado por la otra.

Pero también tuvimos nuestras alegrías cuando empezamos a obtener resultados positivos y comenzaron a llegar los primeros acuerdos.

Fue un trabajo intenso, únicamente el servicio estaba subvencionado con una duración de tres meses, tres meses para programar, divulgar y trabajar la mediación familiar.

El resultado fue que atendimos 10 casos de mediación familiar y 30 más de orientación familiar.

Al año siguiente se reformuló el servicio y pasó a denominarse servicio de “Orientación, Intervención y Mediación Familiar”, por lo que estimaron que el perfil de mi compañera no era el idóneo para el puesto, y así fue como me quedé sola ante el peligro.

Fueron tres años intensos de trabajo con el equipo base, con el Gabinete Psicomunicipal, el Departamento de Educación, la Concejalía de la mujer, el Gabinete Jurídico y la Policía Local.

Se realizaron varios protocolos de intervención en el caso de la mediación familiar.
El servicio atendía a una media de 150 familias al año.

Fueron múltiples las problemáticas planteadas y algunos casos fueron muy complicados.

Recuerdo con especial cariño algunas de ellas:

Carlos era un adolescente que fue derivado a Servicios Sociales pues en el Instituto mostraba absentismo escolar y muchos problemas con los compañeros y el profesorado.
Cuando tuve la oportunidad de hablar con él se mostraba desorientado, por un lado pretendía dar la imagen de no importarle nada y por otro lado se mostraba como un niño con buen corazón.

Su madre había vuelto a su vida después de abandonarlo cuando tenía meses.

Ana, su madre, toxicómana ante la imposibilidad de cuidar de su hijo y dotarle de las necesidades básicas, lo dejó al cuidado de su padre, que vivía en Asturias.
El padre falleció cuando Carlos era muy pequeño por lo que pasó al cuidado de los abuelos paternos, con los que estuvo conviviendo hasta que la madre solicitó volver con su hijo y hacerse cargo de él, coincidiendo con el fallecimiento de los abuelos paternos.

Por tanto, el niño vivía con su madre y abuela materna.

Tal y como contempla el Derecho Español, existe el “favor minoris”, el derecho a saber por parte del hijo adoptado respecto a su familia biológica.

La Ley 7/2001 contempla la mediación entre los hijos adoptados y la familia biológica, según este principio del Derecho.

Así que en esto consistía la mediación, era necesario que el hijo comprendiera las razones de su “abandono” para poder iniciar una relación basada en el respeto.

Fueron increíbles las cosas que surgieron por mediación del proceso de la mediación, pero sirvió para que cada uno entendiese mejor las razones y las emociones que justificaban sus comportamientos.

La mediación creó las bases para seguir la relación.

Otro caso realmente complicado surgió ante la creencia de que el padre de un menor podría maltratarlo, al ser sólo sospechas, pensé que la mediación podría resultar de utilidad.

Cite a los padres y puse en sus manos la vía para que fueran comentando sus problemas y sus soluciones.

Consiguieron llegar a acuerdos que mejoraron la relación de pareja y sobre todo en relación al niño.

Durante  el tiempo que permanecí en el servicio participé en una investigación para la Universidad de Santiago de Compostela, que consistía en realizar una encuesta anónima para evaluar el grado de satisfacción de las personas respecto al proceso de mediación y al mediador.

Fue muy sorprendente ver que el 90 % de los encuestados (30 mediaciones) estaban muy satisfechos con la mediación, aunque no hubiesen llegado a un acuerdo.

Cuando finalizó mi etapa en el Ayuntamiento continué realizando mediaciones en el ámbito privado, encontrándome también muchas dificultades y casos muy complicados.

Por ejemplo, una mediación en la empresa familiar.

El padre y el hijo habían permanecido mucho tiempo compartiendo las tareas de la empresa, empresa que era del hijo, al comprar las acciones a su padre cuando tenía 18 años.

El conflicto surge porque el padre quería que su hijo aceptase a su hermana como trabajadora en un puesto intermedio, regalándole acciones de la empresa.

Su hermana había trabajado anteriormente en la empresa, pero durante el tiempo que estuvo se extraviaron facturas y se perdió dinero, por lo que se le invitó a marcharse.
Su hermano desconfía de ella y se niega a que su hermana participe de las acciones de la empresa y forme parte de su plantilla.

La mediación fue tensa y difícil, en este caso no se llegó a un acuerdo, pues el padre escondía mucha información a su hijo, ya que había utilizado a los clientes y proveedores de su hijo para crear una nueva empresa, del mismo sector, para su hija.

Poco importaron los nietos que se quedaron sin tener relación con su abuelo.

Mediar no es fácil y no siempre es el mejor recurso.

Como profesional que desgraciadamente me veo formando parte como perito en los juzgados de familia, observo la impotencia de las partes al no sentirse muchas veces representadas de acuerdo con las sentencias obtenidas, al no ser escuchados.

Veo más aún para mi pesar, cómo se dicen frases como “no vas a ver a los niños si no pagas…”, sin tener en cuenta absolutamente para nada, que los niños no son ninguna moneda de cambio, que son personas con derechos y que nadie les ha preguntado, que es lo que en realidad necesitan para su bienestar psicológico.

Recibo continuas demandas de personas que acusan a la otra parte de perjudicar al niño a través del “Síndrome de Alienación Parental”, entrando en una dinámica continua de denuncias falsas, mientras que los niños se pasean por los despachos de abogados, psicólogos, médicos, entre otros, sin saber qué decir, o con verdaderas lecciones aprendidas para poder subsistir.

Veo a niños que temen que a su madre “le pueda pasar algo malo”, “que le peguen a mamá”, si hablan más de la cuenta.

Veo a padres/madres consumiendo drogas ilegales y al cuidado de los menores, con innumerables negligencias y riesgo para los niños.

He visto miradas de odio y silencio que se podían cortar con un cuchillo. He visto como las personas persiguen hacer daño, vengar su dolor sin tener en cuenta los intereses y los derechos de los niños.

He visto como a pesar de exponer a los padres en qué grado se ven afectados los niños por estos eternos procesos, perseveraban en su actitud de hacer daño al otro.

Por ejemplo, en una ocasión se realizó una mediación referente a la custodia de los niños, los padres reconocían la valía del otro y fueron capaces de ponerse de acuerdo en todos los aspectos concernientes a sus hijos, en función de lo que ellos llamaban “custodia compartida”, en todos excepto en el día 25 de Diciembre. Cuando se llegó a este día una de las partes comentó que había cedido en todo y que ahora a la otra parte le tocaba ceder, por lo que el mejor camino era el juicio.

Se pusieron en la mesa los deseos de venganza, como castigo a las acciones del otro, pero evidentemente no como resultado de ponerse en el lugar de las menores.

Veo todo esto, pero sigo adelante, con la misma fuerza que empecé en Manises en el año 98. Pensando y confiando en que al final detrás de toda esta locura, de los deseos de venganza, de un sin fin de emociones incontroladas, necesitamos la mediación, como herramienta de trabajo, como proceso y como cultura o filosofía de vida.

Las familias tienen los suficientes recursos para ser ellas mismas las que resuelvan los problemas.

Creo que hay que mediar con las emociones, no podemos dejarlas de lado, forman parte del proceso, de la narrativa como dice Marinés, o del reconocimiento del otro.

Recuerdo un caso en el que la pareja que solicitó la mediación eran de nacionalidad francesa, aún era más difícil por el idioma.

Los dos fueron correctos y educados, se hablaron con respeto y llegaron a acuerdos sobre su separación.

Al cabo de unos meses recibí un mensaje de ella en el que decía que era muy feliz.

Pero no siempre es fácil, a veces nos resulta difícil escuchar y ponernos en el lugar del otro.

Este es el cartel de mi primera Jornada.