viernes, 5 de septiembre de 2014

El origen del mediador



¡Dime con quién andas y te diré quien eres!.

Nos guste o no, nos debemos a nuestros orígenes, de la misma manera que ya nuestros antepasados tenían conflictos y se las ingeniaban para su solución, de dónde venimos define quienes somos.

Pensemos en la educación que hemos recibido, en los valores, en la forma de gestionar nuestros conflictos con los hermanos, en  cómo nuestros padres nos ayudaban, en los mensajes que nos enviaban todas las personas más importantes de nuestra infancia.

Pensemos en nuestros profesores, en aquellos que se han quedado en nuestra memoria porque de alguna forma supieron empatizar con nosotros y en ellos encontramos una guía.

Y en la elección de nuestros estudios, ¿habrá sido casualidad que yo sea Psicóloga, cuestión del destino?, evidentemente que no, cómo tampoco lo fue la elección de cada una de las materias y ramas, que me han ido encaminando hacia la mediación.

Para terminar trabajando en aquello que va directamente relacionado con lo que sabemos hacer y que vamos a unir como por arte de magia con la mediación.

La antropología, necesaria para conocer cómo surgen los conflictos, la sociología con su conocimiento sobre cómo afectan los mismos a la economía, el derecho con la legislación necesaria para conocer y aceptar las normas que como seres que vivimos en una sociedad debemos aceptar.

Quizás por ello, me siento cerca de lo que opinan los sociólogos y me aproximo mediante la familia o la escuela o  a los criminólogos cuando hablamos de menores, a los economistas en las empresas y otras muchas profesiones, pero al final volvemos a los orígenes, soy una mediadora que se originó en los Servicios Sociales y se nota en mi trabajo.

¿Y tú de dónde vienes?

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