jueves, 24 de agosto de 2017

Desconectar para reconectar


También el cerebro necesita vacaciones!

A lo largo del año los horarios, las rutinas, marcan nuestro día a día, pero el cerebro necesita desconectar, una vez al año hay que hacer cosas diferentes e incluso disponer de momentos para no hacer nada.

El exceso de información al que nos vemos sometidos, el vivir pendientes de las noticias que nos envuelven y del uso de las redes sociales, genera cansancio físico y mental.

El cerebro necesita descanso para recargar nuestra energía, para ser más creativo.

Del aburrimiento surge en muchas ocasiones la creatividad, la capacidad de crear cosas nuevas o de hacer cosas diferentes a las que estamos acostumbrados.

El descanso favorece a nuestra escala de valores, a saber diferenciar lo que es importante y lo que no.

Las personas necesitamos tener nuestro momento a reencontrarnos a nosotros mismos, para respirar y apreciar todo el entorno que nos rodeo. Son los momentos en los que parece que paramos el tiempo.

Simplemente el hecho de cambiar las rutinas diarias nos proporciona una reducción del nivel de estrés considerable, favoreciendo el descanso, la buena alimentación y la sensación de paz con uno mismo.

Si bien la convivencia con nosotros es una de las más difíciles es necesaria para alcanzar el equilibrio de satisfacción con uno mismo y con los demás.

Conocer otras personas, otras historias o lugares, nos ayuda a enriquecer nuestra mente y a tomar perspectiva sobre las cosas que nos rodean.

Una vez al año el cerebro necesita hacer algo diferente y acudir a lugares distintos para contribuir a reducir nuestros niveles de estrés y conseguir el estado de relajación necesario para nuestro bienestar psicológico.

Una vez al año no hagas nada, sólo respira y siente. Porque el cerebro necesita desconectar para volver a conectar. Necesita aburrirse para ser creativo, necesita fluir para encontrar el equilibrio emocional.

Al final la felicidad pasa por estar bien con uno mismo.