martes, 29 de noviembre de 2016

Educando en valores



El aumento de la violencia en la expresión del lenguaje en las redes sociales que viene aconteciendo en el último año, es bastante alarmante. Las redes sociales nos proporcionan cierto anonimato y confusión al entender que tenemos derecho a expresar libremente nuestra opinión, pero la libertad de expresión acaba cuando faltamos al respecto, humillamos o amenazamos a alguna persona, ya que entonces entramos a cometer una falta o delito en muchas ocasiones. No importa el tema de debate, si pasamos los límites de la legalidad.

Recientemente he tenido la oportunidad de participar en el II Congreso Internacional de Calidad Democrática, Buen Gobierno y Corrupción Política, en el que puede extraer varias conclusiones.

Entre los países menos corruptos se encuentra Finlandia, siendo modelo también para la educación y la conciliación de la vida familiar y laboral. Si analizamos la situación nos encontramos de fondo el "respeto a la autoridad".

Por el contrario entre los países más corruptos como Somalia, se encuentran aquellos en los que la administración pública, los funcionarios,  y los políticos son corruptos.

Aquellos países más corruptos tiene mayor riesgo de pobreza infantil, aquellos más corruptos son también los países con mayor índice de violencia y delincuencia.

España no es uno de los países más corruptos, ya que nuestra administración no lo es, pero existen personas que cometen corrupción y tenemos problemas de violencia y de pobreza infantil, en unos índices que son indicadores de cambio.

Las personas que acuden de Latinoamérica se sorprenden al observar que en España se puede ir en metro o autobús, siendo medios públicos de transporte, cuando en la mayoría de sus países de origen no ocurre de esta manera.

Un profesora de la Universidad Militar Nueva Granada en Colombia, me comentaba que conviven con la violencia y con los homicidios de forma tan continúa, que les da la sensación de haberse hecho inmunes a esta situación.

Nosotros podemos contribuir a mejorar toda esta situación a través de la prevención y de la intervención, a través de nuevas herramientas y fórmulas de diálogo y respeto que mejoren la convivencia.

Debemos dar el paso del individualismo al cooperativismo, del egoísmo al altruismo.

Hemos puesto el enfoque en lo negativo, en lo mal que van las cosas, hemos olvidado apreciar lo bueno que tenemos.

Tenemos muchos voluntarios, muchas asociaciones, fundaciones, el Tercer Sector es fundamental para el Estado de Bienestar y a nivel social nos conecta con el lado más humano.

El cambio hacia una sociedad mejor es posible si volvemos a educar en valores desde la infancia y nosotros los adultos cambiamos nuestras actitudes más violentas, poniendo el foco de atención en aquellas cosas que son las fundamentales para convivir con los demás de forma más saludable.

Un mundo mejor es posible, si cada uno de nosotros ponemos de nuestra parte para cambiar nuestra forma de entender la sociedad.

Nos justificamos con la España del Lazarillo de Tormes o de la Celestina, justificamos así nuestra picaresca, pero somos mucho más que eso, también somos la España de Unamuno, de Machado y de otros muchos más representantes.

Como bien dijo el poeta: "Caminante no hay camino se hace el camino al andar"


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