Cuando las personas se enfrentan a diversos cambios a menudo les resulta difícil adaptarse a los mismos, sienten que su mundo se les desploma, que no tienen suficientes recursos para enfrentarse a la situación. En muchas ocasiones vuelven al pasado y se quedan ancladas en él, vuelven una y otra vez a la misma situación, no permitiéndoles avanzar, centrarse en el presente y pensar en el futuro de forma optimista.
El pasado es presente, piensan que los demás son culpables de muchos de sus problemas, por lo que tienen problemas con la familia, los amigos, los compañeros de trabajo.
Se sienten perdidos en una inmensa soledad, piensan que nadie les escucha, que nadie les comprende y su día a día es un gran obstáculo que superar.
El pasado les atormenta porque creen aquello de "cualquier tiempo pasado fue mejor" o porque quieren olvidar algo que les pasó. Y aparecen las corazas, las armaduras de hierro, para no pensar, para no sentir, para que nadie les haga daño o porque ya nada será como antes.
Pero cuando creen que no pueden más, que ya no son capaces de avanzar, de seguir hacia adelante, cuando creen que viven un infierno, se encuentran con una pequeña luz al final de un túnel, "la belleza en el infierno".
Cuando la vida se hace camino, a pesar de todas las dificultades y ante una imposibilidad aparente, nos muestra la riqueza de la naturaleza. Quizás una gota de agua es suficiente para que la flor crezca fuerte.
Después de la tormenta, el sol brilla con fuerza, el cielo se vuelve azulado y los árboles y plantas tienen un brillo especial.
Todos y cada uno de nosotros nos enfrentamos a diversas tormentas, pero también brilla el sol para nosotros.
Cuando crees que estás solo mira a tu lado y aprecia todas las cosas y personas que tengas, no vuelvas al pasado, sigue adelante y si vuelves al mismo, que sea para aprender algo positivo de lo que te pasó. Utiliza la mirada apreciativa y sal fortalecido de esta situación.
Aprendamos a dar la mano a los demás y dejemos que los demás nos ayuden, no tengamos miedo a crecer con los otros, siempre hay una sonrisa, una mirada, un gesto que nos indica que podemos contar con los otros.
La mediación permite expresar emociones desde la tranquilidad, hablar de aquello que pensamos pero que nunca dijimos, exponer nuestros miedos, mirar hacia atrás para entender que somos supervivientes, ya que fuimos capaces de resolver problemas, de enfrentarnos a ellos y de seguir hacia delante, pero sobre todo de mirar al presente, de construir de forma positiva, el pasado forma parte de nuestras vidas, debemos aceptar cómo hemos vivido hasta ahora, pero tenemos una gran oportunidad de construir el presente y de mirar con optimismo e ilusión nuestro futuro.
Nosotros ante las adversidades, ante los conflictos, podemos salir fortalecidos. Por eso el conflicto es una buena oportunidad para crecer como personas y en la relación con los demás. Porque somos seres sociables, que necesitamos de los otros, para compartir nuestros momentos de felicidad.
La mediación es el mejor instrumento para sacar "la belleza en el infierno".
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