jueves, 22 de marzo de 2018

El Buen Vivir o Allin Kawsay



Escucho a Ale Fayad mediadora del Ministerio de Justicia y Derecho Humanos del Perú hablar con una enorme maestría, en el Foro Internacional de Mediadores Profesionales, sobre  El Buen Vivir o Allin Kawsay concepto Andino-Amazónico que significa vivir bien o saber vivir, convivir, vivir en plenitud, aspirando al bienestar a nivel social, ambiental, material y emocional.

Para los hombres y mujeres de los Andes lo más importante son los ríos, las montañas, los animales, las estrellas, cualquier elemento de la naturaleza, ya que este principio recoge la necesidad de vivir bien en armonía con la naturaleza y la raza humana.

Para ellos el ser humano necesita reaprender a amar todos los elementos que forman parte de la naturaleza humana, ya que la madre tierra, para ellos Pachamama, es el origen de nuestra existencia. Aprender a amar la tierra es aprender a amar a la comunidad o sociedad en la que vivimos.

El Buen Vivir destaca una serie de principios como:

- priorizar la vida en comunidad:
 hace algunos años era bastante común tener las casas abiertas o con la llave puesta en la cerradura o en el coche. Se llevaban a cabo cenas en la calle, se jugaba en la misma y nos relacionábamos más con los vecinos y personas de los barrios, pueblos ciudades pequeñas.
Nos cuidábamos unos a otros, este es el principal objetivo.
En sociedades donde vamos en busca de la humanidad recordar de dónde venimos y dar el valor necesario a la comunidad es fundamental, ya que pensamos que somos seres individualista, pero nosotros siempre hemos formado parte de civilizaciones que han cooperadora para conseguir un mayor bienestar.

-Llegar a acuerdos en consenso:
si somos seres cooperativos, todos sumamos y somos capaces de manejar mayor número de propuestas y soluciones de las cosas que entendemos que se pueden mejorar, llegando a acuerdos que nos permitan ganar siempre.

-Respetar las diferencias:
 respetar que cada uno de nosotros somos seres únicos, que tenemos formas diferentes de sentir y de pensar. Necesitamos escuchar activamente al otro para poder empatizar con él, porque solo si el otro siente que sentimos igual que él es cuando se puede producir un cambio de conducta en el otro. La clave es el respeto, la tolerancia, por eso la necesidad de tomar contacto de nuevo con la madre tierra.

-Vivir en complementariedad: pensar que no estamos en este mundo para competir si no para complementarnos los unos a los otros, porque unos necesitamos de los otros al ser seres sociales por naturaleza.

-Saber comer, saber beber, saber danzar.

-Saber trabajar:
este concepto esta relacionado con lo que entendemos como felicidad en el trabajo con el placer de trabajar o entender el trabajo como una gran pasión.

-Saber comunicarse:
fundamental la buena comunicación en familia,  los valores morales y el diálogo como elemento fundamental del buen entendimiento y de la mejora de las relaciones con los demás.

-Respetar a la mujer:
porque la mujer representa a la madre naturaleza a la Pachamama.

-Vivir bien y no mejor:
vivir una vida sencilla en armonía con uno mismo y con los demás, sabiendo valorar las cosas más importantes de la misma.

-Escuchar a los mayores:
retomar el respeto a las personas que nos han dado la vida y tanto nos enseñan.

Estos principios nos conducen al auténtico concepto de Felicidad entendido como el vivir en paz y armonía con uno mismo. Sólo de ese modo podremos estar bien con los demás.

Si vamos en busca de la humanidad debemos estar bien con nosotros mismos y con el universo que nos rodea.






martes, 20 de marzo de 2018

Cuando decides vivir!


Existen dos tipos de personas aquellas que deciden vivir y las que deciden sobrevivir!

Es mucho más fácil sobrevivir, permanecer en nuestra zona de confort, no asumir riesgos, racionalizar los hechos, planificar y controlar lo que hacemos y cómo lo hacemos. Es mucho más fácil disociarse de las emociones y asumir que somos seres racionales, es decir que tomamos decisiones en función del córtex cerebral. Porque desde esta posición nos sentimos más cómodos, nos autoengañamos pensando que somos felices o que hacemos felices a los demás. Y ese autoengaño viene determinado por la necesidad de darle la espalda a las emociones, quizás porque nadie nos ha enseñado a sentir.

Las personas que deciden vivir entran en conexión con sus emociones, disociando la razón, porque el corazón no entiende de razones. Porque no se puede sentir, dejar de sentir y olvidar, ni siquiera aceptar qué se siente.

El corazón es un músculo que siente, qué tiene sus neuronas por esta razón hablamos de "me duele el corazón", "mi corazón se siente feliz".

Las personas que deciden vivir son personas que arriesgan, que se exponen, que son coherentes con lo que sienten y con quién lo sienten.

Pero sentirse vivo, vivir tiene un precio, no siempre las cosas pasan como a nosotros nos gustarían.

Es difícil sentirse vivo, "es nacer a cada instante" como decía Erich Fromm, es permitirse llorar, reír o soñar.

Es disfrutar de cada momento de tu vida como si fuera el último, es pensar que el mañana es hoy, es aprovechar todas y cada una de las posibilidades que te ofrece la vida.

Vivir es dejarse sorprender, es incertidumbre, es caos, es apreciar la puesta de sol, el canto de los pájaros, es sentir el mar bajo tus pies.

Es abrir tus sentidos para percibir, oler, tocar, saborear cada instante, cada momento.

Vivir es tomar conciencia de nuestras emociones y ser coherente con las mismas, saber qué no es fácil, que la tristeza y el dolor son emociones necesarias, para nuestro propio crecimiento personal, para sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás.

Vivir es abrir el corazón al sentimiento, es dejar de engañarse, es ser feliz con lo que eres, es no conformarse con estar sino con ser.

Existe un momento en la vida en el que miramos atrás muchos de nosotros, ¿qué te gustaría recordar?, ¿cómo te gustaría que te recordasen?  Como aquella persona que deberías ser, la que esperas que sean los demás o quieres decirte con el tiempo que decidiste el sentimiento de estar vivo.

Yo hace mucho tiempo que decidí vivir, ¿qué decides tú?

En la vida nos recordarán por cómo hemos hecho sentir a los demás, Maya Angelou.