martes, 20 de marzo de 2018

Cuando decides vivir!


Existen dos tipos de personas aquellas que deciden vivir y las que deciden sobrevivir!

Es mucho más fácil sobrevivir, permanecer en nuestra zona de confort, no asumir riesgos, racionalizar los hechos, planificar y controlar lo que hacemos y cómo lo hacemos. Es mucho más fácil disociarse de las emociones y asumir que somos seres racionales, es decir que tomamos decisiones en función del córtex cerebral. Porque desde esta posición nos sentimos más cómodos, nos autoengañamos pensando que somos felices o que hacemos felices a los demás. Y ese autoengaño viene determinado por la necesidad de darle la espalda a las emociones, quizás porque nadie nos ha enseñado a sentir.

Las personas que deciden vivir entran en conexión con sus emociones, disociando la razón, porque el corazón no entiende de razones. Porque no se puede sentir, dejar de sentir y olvidar, ni siquiera aceptar qué se siente.

El corazón es un músculo que siente, qué tiene sus neuronas por esta razón hablamos de "me duele el corazón", "mi corazón se siente feliz".

Las personas que deciden vivir son personas que arriesgan, que se exponen, que son coherentes con lo que sienten y con quién lo sienten.

Pero sentirse vivo, vivir tiene un precio, no siempre las cosas pasan como a nosotros nos gustarían.

Es difícil sentirse vivo, "es nacer a cada instante" como decía Erich Fromm, es permitirse llorar, reír o soñar.

Es disfrutar de cada momento de tu vida como si fuera el último, es pensar que el mañana es hoy, es aprovechar todas y cada una de las posibilidades que te ofrece la vida.

Vivir es dejarse sorprender, es incertidumbre, es caos, es apreciar la puesta de sol, el canto de los pájaros, es sentir el mar bajo tus pies.

Es abrir tus sentidos para percibir, oler, tocar, saborear cada instante, cada momento.

Vivir es tomar conciencia de nuestras emociones y ser coherente con las mismas, saber qué no es fácil, que la tristeza y el dolor son emociones necesarias, para nuestro propio crecimiento personal, para sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás.

Vivir es abrir el corazón al sentimiento, es dejar de engañarse, es ser feliz con lo que eres, es no conformarse con estar sino con ser.

Existe un momento en la vida en el que miramos atrás muchos de nosotros, ¿qué te gustaría recordar?, ¿cómo te gustaría que te recordasen?  Como aquella persona que deberías ser, la que esperas que sean los demás o quieres decirte con el tiempo que decidiste el sentimiento de estar vivo.

Yo hace mucho tiempo que decidí vivir, ¿qué decides tú?

En la vida nos recordarán por cómo hemos hecho sentir a los demás, Maya Angelou.

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