La sonrisa que acaricia el corazón es el amor por todas las cosas que vemos, tocamos y hacemos.
Es el descubrir un nuevo amanecer cada día, es mirar a través de unos ojos que no han visto nunca.
La sonrisa que acaricia el corazón es un gesto, es una mirada, es un te abrazo.
Cuando sobran las palabras, con una sola mirada se atraviesa el corazón.
La luz de tu risa, el susurro del mar, el resplandor que ilumina la ventana, todo acaricia el alma.
Cuando se acaban las palabras queda el silencio, el respeto por los otros, queda la ternura y la delicadeza, queda la suave brisa que te lleva.
La sonrisa que acaricia el corazón es aquella que te recoge en las noches frías, esa taza de café humeante que huele a dulzura.
La sonrisa que acaricia el corazón es un te respiro, te mimo y te sujeto, cuando la adversidad te atrape.
Yo seré tu faro en las noches de tempestad, yo seré el silencio en la tranquilidad, yo seré el camino por donde andar.
Yo soy quien te sonríe, te mira, te abraza, soy esa persona de las noches cálidas, soy ese café de amargura en boca, soy el amanecer después de la tempestad, soy el faro y el silencio.
Soy el corazón que te escucha, que te siente y te recuerda.
Soy el Amor por encima de todas las cosas.
La sonrisa que acaricia el corazón soy yo misma.
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