sábado, 10 de octubre de 2015
Las emociones se contagian
Las emociones se contagian, tanto las emociones positivas como las negativas.
Por eso cuando alguien rie a nuestro lado, acabamos riendo sin saber por qué.
Las neuronas espejo son las neuronas que se activan cuando llevamos a cabo una actividad y cuando vemos a otra persona realizar una actividad similar.
Lo que hacemos es una atribución en el otro de nuestras propias intenciones, luego "tú sientes lo que yo siento".
Si "tú sabes lo que yo siento" el grado de conexión y cercanía, entre nosotros es más fuerte, ya que siento que tú entiendes como me siento yo.
Las neuronas espejo, permiten predecir la conducta del otro, ponerse en su sitio, leer el pensamiento del otro y sus sentimientos, la empatía y favorece la relación con los demás.
Las neuronas espejo, se encontraron en el área de Broca en el cerebro humano, relacionada con el origen del lenguaje. Estas neuronas facilitan el aprendizaje de gestos por imitación y también las emociones, "la tristeza cuando alguien se siente triste" y la alegría "cuando alguien se muestra feliz", a nivel del cerebro y fisiológico se produce en nosotros la misma activación, como si lo que lo que le ocurre al otro nos ocurre, también a nosotros.
La empatía no sólo es una reacción instintiva innata, depende también de la educación y de la experiencia.
El cerebro es muy complejo y el funcionamiento de las personas está explicado desde esa complejidad.
Además del importante papel de las neuronas espejo, en las relaciones interpersonales influyen otras variables como el tipo de apego, la memoria ímplicita o el tipo de la experiencia que hemos obtenido en las relaciones pasadas con los demás.
En el proceso de mediación, al favorecer la ecucha activa, así como la expresión emocional, se activan las neuronas espejo, pero no son explicativas por sí solas del cambio que se produce en las relaciones.
Cuando hablamos de mediación transformadora, es porque se ha producido un cambio, el cambio de "yo se que tú sientes lo que yo siento, es decir, que me comprendes. Y este cambio es muy enriquecedor, favorece la conexión y comunicación interpersonal. Sin que las partes sepan que procesos neurocientíficos se encuentran detrás de esos cambios.
Pero lo que sí sabemos es que perduran en el tiempo.
¿Qué emociones queremos contagiar?
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